sábado, 28 de septiembre de 2013

Cine - Crítica

En el Cine hay que elegir
por José Tripodero
 
La noche de la expiación (The Purge)


Dirección y Guión: James De Monaco
Fotografía: Jacques Jouffret
Montaje: Peter Gvodzas
Música: Nathan Whitehead
Intérpretes: Ethan Hawke, Lena Headey, Adelaide Kane, Edwin Hodge, Rhys Wakefield
Nacionalidad y año: EE.UU., Francia - 2013 Duración: 85'

La premisa de la La noche de la expiación es una gran pavada para la vida real pero es brillante para una historia de cine clase B. Veamos, en un futuro -en apariencia perfecto- EE.UU. ha logrado reducir casi a la totalidad la tasa de criminalidad, además de mantener un estándar alto en la economía,  y todo se debe a una única medida: durante doce horas, un día al año, todos los crímenes –incluidos los homicidios- están permitidos y cada ciudadano tiene que defenderse a sí mismo porque no hay servicios de seguridad disponibles. Es evidente que el peligro está afuera, en un inabarcable exterior, pero el relato no hace más que centrarse en una casa en particular. Esa es la casa del siempre disponible Ethan Hawke y su familia ideal. La noche en cuestión de cada año parece ser una rutina para el jefe de familia, aunque su hijo menor siente el miedo latente mientras que su hija adolescente es sorprendida por su novio quien entró a hurtadillas a su habitación. Así están las cosas pero para que haya película hay que romper con un estado inerte y es ahí que la película pierde toda su materia prima, la estropea al particularizar al extremo una situación que gana más por generalidad. Si bien, el director De Monaco –que no casualmente escribió el guión de la remake de Asalto al precinto 13- sabe como armar sub tramas y utilizar recursos como el tiempo límite, aunque agota ciertas recurrencias del tipo personaje-que-va-a-ser-ejecutado-es-salvado-en-el-último-momento. La elección en el recorte del tema nunca termina de exponerse como problemática de una clase social, algo que revolotea durante gran parte de la trama. Es decir, la idea de “la purga” (la traducción local que debió ser) es que opera como la catarsis anual de la clase media-alta y que los indigentes son los que ofician de sacrificios humanos para que la prosperidad económica se mantenga. Todo el off de la historia es lo que interesa realmente y si eso sucede es porque la historia del encierro de una familia no funciona. El relato televisivo que se escucha sobre los hechos ocurridos, durante las doce horas de libertad criminal, es lo que mejor describe aquello que pudo ser La noche de la expiación pero a esta altura, lo que vemos son los nombres de aquellos que participaron en el equipo técnico de la película ya acabada.

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